miércoles, 29 de junio de 2016

Despues de Mi Divorcio 3

Tercera Parte del cuento de MD1957
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Los tres o cuatro días que iba a estar en Torrevieja se convirtieron en ocho, desde el segundo día que fue cuando conocí a Javier, el joven de 26 años, vino a mi casa todas las tardes, estaba conmigo dos o tres horas y me echaba un par de magníficos polvos que me dejaban como una reina aunque luego por la noche recordándolo me hacía al menos una paja más. Naturalmente Ramón no estaba para ese ritmo y después del día que estuve con los tres tan solo volví a estar con él tres veces más, la última vez hizo que mi salida se retrasara casi tres horas, aunque en honor a la verdad nadie me hizo gozar como él.
Tenía previsto salir a las nueve de la mañana del sábado 29 de mayo pero Ramón pasó a casa para despedirse y lo hizo como es debido. Se empleó a fondo y tardó en correrse casi dos horas en las que estuvo, cambiando de lugar, follándome sin parar hasta que casi tuve que suplicarle que terminara. Me dejó tan destrozada que

lunes, 27 de junio de 2016

El Tio Juan

Un cuento de ChicaSexy3
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El tío de mi amiga, se llama Juan. Maduro, vergón, bien cuidado… le encanta acabar dentro de la boca de una y que una se trague su leche.

Pasó por mí al comenzar la tarde de un jueves. Acababa de regresar de un "viaje de negocios". La cita había sido acordada y yo de pura descarada que soy le dije que quería ir a un motel por el Estadio (la mayoría prefiere la privacidad del sur… jajaja).

Nos fuimos de una, yo me había tratado con cuidado la piel, hasta me puse un splash muy delicioso que sólo venden en una tienda de ropa conocida…

Bueno, no más pistas… ni vueltas.

Fuimos, parqueamos en el motel. Nos dirigimos a la recepción, las chicas parecían modelitos… como si fuese que él quedara insatisfecho, pudiera pedir un servicio extra. Eso me dio un poco de enojo, pero no fue un reto… soy única.

En el ascensor, Juan acarició mi cola y se lamentó que yo usara jean (con faldita como él quería, me la habría metido allí mismo jejejeje). Y yo devolví con un beso en su barbilla. Acto seguido me aparté de un pequeño salto, pues sus manos comenzaban a explorar mi cuerpo…

—Hay cámaras —le dije.

Entramos a la habitación… él abrió una cerveza del minibar, yo solo observaba buscando el control remoto para quitar la película porno… Recordé en San Jerónimo que se vino varias veces, pero no duraba, y quería averiguar si es de corto alcance o era porque estaba aquella vez muy excitado.

Me acerqué a la cama, hacia él, que había apagado el TV. Primero me quité el calzado, los tacones le vuelven loco (lo supe luego) … y le pedí que me desvistiera.

—Deja de desnudarme con la mirada, hazlo con tus manos.

Él sonrió, me atrajo hacia sí por la cintura y levantó mi blusita por su boca, literalmente metió su rostro debajo de mi blusita y con su lengua comenzó a lamer desde mi ombligo hacia mis senos… uuufffff qué sensación me recorrió por la espalda, tan agradablemente profunda que me arqueé hacia su boca tirando mi rostro hacia atrás. Mis piernas se abrían solas, y Juan disfrutaba mi piel centímetro a centímetro.

Se sorprendió de mi brassier de encaje, pero no podía ir más allá debido a mi blusa. Entonces comenzó a recorrer la piel por el borde del jean… primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda…

—¡Qué delicia! —Apenas pude musitar entrecortadamente.

—¿Te gusta? Porque tengo más…

—Sí papi, me encanta… —le respondí mientras trataba de recordar dónde estaban sus manos.

Inquietante fue descubrir que sus manos estaban en mis rodillas, y yo, con todas estas sensaciones ni me había percatado de eso. Su lengua recorriendo mi piel, la cintura, entrando en mi ombligo… me tenía en las nubes.

De pronto, Juan me giró beso a beso siguiendo la línea del jean… y se detuvo en mi espalda. Confieso que tengo unos vellitos que anticipan mi cola… y esos vellitos lo volvieron loco. Los acariciaba, los besaba… Oigan, no piensen que tengo una mata de pelos allí… cuando me hice la depilación, preferí dejarlos allí mismo porque sé que a alguno (más de uno) le gustan…

Y Juan comenzó a subir por mi columna, su lengua chupaba literalmente cada milímetro de mi piel y ahora sí, sus manos estaban más activas acompañando por delante su boca… entonces, cuando sus labios llegaron a mi brassier, sus manos se adelantaron y se metieron bajo mi sostén, acariciando mis senos… pellizcando suavemente mis pezones que se había puesto durísimos…

Me quitó el sostén, y yo hice lo mismo con mi blusa… y me puse de frente a él… quería sentir su boca otra vez en mis tetas…

Sus dientes mordían mis pezones uno por uno… su saliva se escurría por mis senos y él la volvía a recoger con su lengua mientras humedecía todo mi pecho.

Yo acompañaba con un vaivén suave, bailaba sobre sus piernas con mis piernas abiertas… Juan comenzó a desabrocharme el pantalón… con una de sus manos recorría mi cola por el centro y con la otra intentaba liarse con cada uno de los botones del jean… tuve que ayudarle… y ahí noté que nos temblaban las manos por la excitación.

Lo desabrochamos juntos, y entonces yo lo bajé junto con mis tanguitas… pero él me detuvo. “Déjatelas un momento, quiero disfrutarte así”.

Uuuffff sentía me que iba a estallar el pecho por los fuertes latidos del corazón…

Me quedé frente a Juan solo con mi tanguita blanca a rayitas color azul marino. No es hilo dental, pero deliberadamente sexy.

Me dio vuelta, me hizo girar despacio mientras acariciaba mi piel… mi nalga… me detuvo cuando le di completamente la espalda y entonces me hizo agachar con las piernas extendidas… lo hice con un poco de dificultad pues tenía aún enredado el jean en una de mis piernas, pero él me liberó… entonces le di la espalda, y puse mis manos en la alfombra y Juan abría mi culito y labios de mi vagina con sus manos. Lo sentía olerme y luego comenzó a recorrer mi vagina con su lengua… me estremecí al sentirla tan caliente entrando por mi orificio y moviéndose dentro de mi… yo sentía desmayarme del placer… pero la sangre se me subía a la cabeza y eso me estaba mareando al mismo tiempo.

Mojó bien dos de sus dedos y los comenzó a introducir en mi culo… supe que le gusta además el sexo anal…

Entonces me erguí lentamente y dejé caer la tanga a mis pies.

Totalmente desnuda, comencé a besar su boca (mientras probaba mi propio sabor en sus labios, como si estuviese lamiéndome a mí misma). En su lengua junté la mía, como cuando lames helado. Sus dedos recorrían mi vagina y se iban lo más atrás que podía dar su brazo. Yo comencé a quitarle la camisa, cuidé de no marcarla y –aunque en el carro quería besarlo, no lo hice para no dejar mi aroma en su ropa. Una moza debe saber esto. Y yo estaba jugando a ser su moza hoy.

Estaba toda mojada, se me salía el corazón y sentía mi sangre ir frenéticamente por mi yugular. Su pantalón dejó al descubierto su ropa interior y no me detuve a mirar ni la forma ni el color… quería su verga en mi boca, quería su verga en mí… no importa si en mi vagina o en mi culo… donde él quisiera entraría.

Estaba duro, caliente… tremendo vergón erecto frente a mis ojos… y yo con mis 21 añitos abrí mi boca para meterme ese pedazote de carne caliente y palpitante. Aunque sabía a orines y semen, no me importó… lo recorrí con mi lengua, rodeé su cabeza con ella…

—Niña, chupas como si mi pene fuera un bombón bum.

Tan grande era que, con mi mano en su base, aun así, me estaba atragantando. No recordaba que fuese tan gruesa y larga…

Quise sentirla entre mis tetas… la saqué de mi boca, escupí sobre ella ese mar de saliva que me había generado su tamaño y comencé a pajearla con mis senos.

Juan se tiró un poco hacia atrás, apoyándose sobre sus codos. Ni siquiera habíamos subido a la cama, solo estábamos en la orilla, pero ya era todo un espectáculo.

Decidimos llevar la acción a la cama. Entonces él terminó de desnudarse y me tiró sobre la cama… separó mis piernas y metió su boca y nariz entre los labios de mi vagina… yo me abría al máximo mientras levantaba mis caderas hacia el cielo para dejarle más expuesto mi sexo. Juan puso una de las almohadas debajo de mi cuerpo, eso me dejó en la posición justa.

Yo quise tenerlo ya mismo… no quería esperar más… entonces le reclamé ese pedazo de carne en mi vagina.

—Espera que me pongo el condón.

—Nooo, sin condón… quiero que te vengas dentro de mí, todas las veces que quieras.

Eso parece ser una palabra mágica para cualquier hombre… jajaja literalmente se arrojó sobre mí y su verga abrió un hueco enorme en mi sexo… parecía que no iba a terminar nunca de entrar toda… yo ya estaba sintiendo dolor y él seguía entrando en mí. Sentí su cabezota chocar contra el fondo de mi vagina y Juan seguía empujando hacia adentro. Quizás algo se rasgó dentro de mí porque en un momento él dio un empujón más fuerte y sentí sus testículos chocar contra mi piel… había entrado toda.

¡La volvió a sacar hasta la mitad y se fue hasta el fondo otra vez!!

Dolía, me dolía, y yo gemía de dolor y de placer… no que yo estuviera sintiendo placer por el dolor, sino porque veía su rostro de placer y eso me excitaba más… me poseía, yo era suya por el tiempo que él quisiera…

Sentía sus bolas chocar con los labios de mi vagina y de repente caí en la cuenta que ya no me dolía… pero él no había acabado su mete y saca, mejor dicho… su penetración profunda y sacarla hasta casi la mitad… y vuelta a meterla hasta el fondo… sentía que su cabeza se hacía inmensa dentro de mi cuerpo. Sus manos apoyadas en la cama estaban desperdiciadas… entonces decidí llevarlo al siguiente nivel… es decir, cambié de posición.

Me puse en cuatro y apoyando mis antebrazos en la cama, hundí mi rostro en la almohada… dejando mi culo completamente a su merced. Primero separó mis nalgas, abriéndose camino con sus dedos hacia adentro de mi ano… me di cuenta que tenía dos dedos de cada mano dentro de mi… ¡cuatro dedos en mi ano!

Y los separaba como haciendo la V de victoria dilatando mi entrada… su entrada favorita.

—Vas a probar el sabor de tu culo. —Me dijo con tono áspero.

Y de inmediato se montó sobre mí y yo sentí su pene entrando con vigor hasta donde más pude aguantar y apreté mi orificio para que no entrase más adentro… mi vagina aún latía por su verga.

Antes de comenzar a bombear, lo sacó y me puso de rodillas y me lo metió por la boca.

—Saborea tu culo perrita.

Jajaja confieso que si él esperaba que saliera untado de algo y que yo me tuviera que lamer ese algo… lamento decepcionarlos a todos… ni sabor ni olor ni nada… solo su verga atragantándome otra vez.

—Ahora te voy a culear, y cuando me venga dentro tuyo, vas a seguir chupándomelo hasta que me vuelva a venir en tu boca.

Yo accedí con mi cabeza, y pensé que quizás yo también quisiera tener un orgasmo…

Me puso en cuatro y esperando recibir otra vez su pene en mi ano… Juan hizo algo que me sorprendió.

Metió su lengua en mi sexo, hasta encontrar mi clítoris y comenzó a recorrerlo produciéndome un placer inesperado, pero enoooormeeee.

Yo me movía como bailando reggaetón… en cuatro, apoyada sobre mis antebrazos y mi cara hundida en la cama, tenía necesariamente mis piernas abiertas, los labios de mi vagina estaban naturalmente abiertos pero él los abría más con los suyos… y su lengua… en mi clítoris… Luego de un tiempo que se me hizo eterno y genial, me vine dejando escapar casi un grito, sentí que me orinaba mientras Juan continuaba lamiendo ahora con más fuerza al sentir mi orgasmo.

Sus manos rodeaban mi vientre y mis senos estaban a su disposición, los sujetaba con fuerza para que yo no me escapara (lo estaba intentando hacer, porque esa sensación es muy difícil de aguantar cuando ya tienes el orgasmo y te siguen chupando). No podía escaparme, y con sus brazos fuertes me sostenía para que no me desplomara sobre la cama…

No tenía fuerzas ni para cerrar mis piernas y su lengua… sus labios mordisqueando mi botoncito latiente… no tardé mucho en tener otro orgasmo… y Juan disfrutaba chupando y tragando mi lechita (no se sorprendan, nosotros también tenemos lechita… jijiji).

Dos orgasmos consecutivos, yo estaba exhausta y me tiré boca abajo sobre la cama… seguía excitada, y él esperaba ese momento.

Abrió mi agujerito y puso la punta de su verga en mi entrada…

Yo quise quitarla con la mano, pero él sujetó mi mano… de hecho mis dos manos quedaron sujetas por la suya… su punta estaba dentro, no necesitaba sus manos para abrir nada… y me la metió hasta el fondo…

Sentí el dolor, más intenso que antes, sentí que me desgarraba las paredes del culo… pero no podía hacer nada para evitarlo… solo relajarme y dejar que él se viniera. Estaba a su merced y voluntad… y no me molestaba.

Sentirme poseída así, violentamente, sentir el dolor, tener la certeza de estar sangrando y su pene hacerse inmenso dentro de mí… sus penetraciones cada una tan profunda como la primera… su ritmo aumentando más y más…

Como yo ya no luchaba, Juan se había montado en mi… sus manos apoyadas en mi cintura, estaba haciendo estragos en mi ano con su pene.

Lo sacaba casi completo para volverlo a hundir hasta el fondo… una vez, dos veces… cada vez más rápido, cada vez más duro…

De repente, se acostó sobre mi… su pene ya no salía y entraba… estada totalmente dentro de mi… sentía sus embates como si quisiera meterme las bolas también… su boca comía mi nuca y mi cuello… pero yo ahora sentía placer de tener esa vergota dentro de mi culo… y sus manos agarraban mis tetas con fuerza, las restregaban las rodeaban… las apretujaban… parecía que quería sacármelas… pero lo que estaba haciendo era sostenerme de las tetas mientras me penetraba… en lugar de usar mis hombros para impulsar la penetrada, usaba mis tetas… ¡¡qué sensación más caliente!!

Sentirse poseída por este hombre maduro… mientras me clavaba yo pensaba, “el día que yo nací, este tipo estaba en la universidad… y ahora su verga taladra mis intestinos de una manera tal que siento muy mojada mi vagina” …

Sí, efectivamente me vine con su verga en mi culo… y Juan lo sintió y comenzó a buscar su orgasmo… sentía su sudor en mi espalda… sentí algo más….

Se estremeció, como si se detuviera en el aire, su pene se infló dentro de mis intestinos… y comenzó a descargarme litros de semen en mí. (litros es exagerado, pero fue tan intenso que sentí que me llenaba de semen caliente).

Se dejó caer en mi… mientras palpitaba su miembro en mis intestinos… conozco que, con cada palpitación, sigue descargando semen que se une al que ya está dentro… lo dejó ahí hasta que su tamaño se hizo más pequeño. Entonces, lo fue retirando de mi cuerpo. Comencé a sentir el ardor de esa penetración tan violenta…

Mi amante había disfrutado todo el tiempo de mi… yo quería completarlo… llevé su pene a mi boca, aún no estaba completamente dormido… pero comencé a limpiarlo con mi lengua, como si fuera un bombón bum.

Se endureció un poco, apenas lo suficiente para meterlo dentro de mi garganta… esto lo tuve que hacer yo misma porque Juan estaba totalmente cansado… Solo hizo un movimiento acompañando mi tragada… y cuando estuvo listo, me tomó de los pelos… con sus manos hizo una cola de caballo con mi cabello… y comenzó a forzar mi cabeza a ir hasta sus testículos mientras su pene se iba dentro de mi garganta y se hacía más grande…

Me faltaba el aire, me ahogué un par de veces, pero qué va… 3 a 1 es una derrota humillante… mejor 3-2.

Se descargó lo último que le quedaba de semen en mi boca… yo lo saboreé con placer… me estaba gustando este man, mejor dicho, su semen en mi boca.

Me lo tragué… limpié su verga con mis labios… y nos metimos al yacuzzi desnudos… y ahí nos quedamos abrazados…

Mientras nos vestíamos… le llegó un mensaje de WhatsApp… la tía… no era un mensaje, era una foto…

¡Éramos nosotros dos en su carro!

Nos descubrieron… jajaja malditas chismosas envidiosas…

Me dijo Juan, esperemos que pase la tormenta y volveremos a jugar.

En el yacuzzi quedaron unos coágulos de sangre mezclados con semen, la sangre de mi culo y su semen que se había escurrido de mis intestinos. Los dejamos como recuerdo a las chicas de la limpieza… que supieran ellas que aquí se disfrutó de buen sexo…

No lo volví a ver, una lástima, porque hay noches en las que sueño con esa tremenda verga que me sacó gemidos de placer y dolor. Y mi amiga no ha querido hablar del tema… aunque sé que no me juzga, lo que pasó en San Jerónimo fue también su idea.

sábado, 25 de junio de 2016

De esposa a esclava

Una fantasía Sadomasoquista de Juan (editada de la original)
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Esta es la historia del primer día de mi esclavitud y venta. Todo comenzó cuando mi marido y Manolo, mi amante, decidieron sacar provecho de mí. Era Viernes, cuando al llegar a casa mi marido me llamo al dormitorio, nada más entrar me beso apasionadamente para, acto seguido, decirme que me pusiera lo que había encima de la cama.

Me desnude y me puse lo que me dio mi marido, unas medias de cuero atadas con cordones, un body del mismo material que apretaba mi cintura y dejaba mis pechos al aire y un collar de cuero cerrado con candado. Luego él me puso brazaletes con argollas en los pies y las manos, atándome estas a la espalda. En esto que entro Manolo, al ver mi cara de sorpresa, mi marido me dijo:

- Tranquila, hace tiempo que lo sé todo. Y ahora hemos decidido pasarlo bien los dos a la vez.

Manolo me puso una correa de perro en el collar y tirando de ella me dijo

- Ven, perra – al tiempo Manolo me azotaba en el trasero con una especia de bastón de cuero.

Tiro tan fuerte de la correa que casi caigo al suelo, me llevo al garaje, donde, para mi sorpresa, lo habían convertido en una especie de cuarto de ‘sado’. Manolo me ato mis muñecas a dos cuerdas que colgaban del techo y mis tobillos a otras dos que estaban en el suelo, tiro tan fuertemente de ellas que yo di un gemido de dolor.

Mi marido me puso una bola con agujeros a modo de mordaza, note un latigazo en mis nalgas. Era Manolo que me insultaba y azotaba. Mis gritos quedaban ahogados por la mordaza.

Cuando termino, mi marido se acerco y poniéndose delante me separo mis nalgas con sus manos, note algo viscoso en mi ano e iba a volverme cuando algo enorme me taladro, mi esposo me sujeta y me susurro al oído

- Disfruta, puta

Era Manolo con un enorme consolador que clavo de golpe en mi culo, lo sacaba todo y la volvía a clavar de golpe. Yo creí que iba a morir, no sé si de dolor o placer, cuando iba por la cuarta enculada ya me había corrido, él, después de un buen rato me sujeto por la pelvis y me clavo su polla y note un chorro de semen inundar mi trasero. A continuación me enculo mi marido mientras Manolo se sentó delante de mí, con su polla fláccida animando a mi esposo e insultándome.

- Dale, dale fuerte a esta puta, que sepa lo que es una polla la zorra esta – y otras lindezas por el estilo.

Cuando mi marido se corrió me metieron sendos vibradores en el culo y en el coño, a toda potencia, y se fueron. No sé el tiempo que transcurrió, pero tenia mis piernas mojadas de mis líquidos vaginales y del semen de ellos. Había perdido la cuenta de las veces que me había corrido.

Manolo entra y me desato, me puso la correa en el collar y me grito

- A cuatro patas, perra.

Yo me resistí pero un fuerte golpe de la fusta en uno de mis pezones me disuadió de resistirme.

De esa guisa me llevo hasta el salón, antes de entrar, me quito la mordaza y me tapo los ojos y me dijo:

- Ahora, zorra, vas a ser follada por todos tus agujeros, así que sé obediente o te castigaremos.

Manolo volvió a tirar de la correa y volví a caminar a cuatro patas, nada mas pararme note una polla por detrás y otra que buscaba mi boca. Me puse a mamar la polla mientras era follada por detrás. Oí la voz de mi marido que decía

- Me gusta como folla esta perra.

El que me estaba dando por detrás (no sabia si era Manolo o mi marido, pues sus pollas son similares) se corrió, saco su polla y de inmediato me clavaron otra, y esta, estaba segura no era de ninguno de los dos, así que deduje que era un tercer tipo que estaba con ellos. Así estaba cavilando cuando un fuerte chorro de semen inunda mi boca, un azote sonó en mi culo y una voz me ordeno limpiar el pene de leche.

Después de dejarlo limpio, otra polla, desconocida, se metió en mi boca mientras una mano me agarraba por el pelo para hundirme el pene hasta el fondo de mi garganta.

Cuando se cansaron de follarme me quitaron la venda de los ojos, cuando me acostumbre a luz pude ver que además de Manolo y mi marido había cuatro tipos más.

Dos de ellos me levantaron y me llevaron hasta el garaje, allí me pusieron a cuatro patas sobre el frío cemento y me ataron una correa al collar y esta a una argolla del suelo, lo mismo hicieron con mis patas que separaron brutalmente hasta casi partirme. Luego se pusieron alrededor de mí mientras me sobaban con sus manos mi cuerpo.

Despues de un descanso y de que se drogaron para agarrar fuerza, uno de ellos volvió a cogerme del pelo y me ofreció su polla a mi boca, yo la abrí y comencé a chupársela. Mientras los otros me manoseaban los pechos, introducían sus dedos en mi coño y mi culo.

El tipo que tenia su polla en mi boca se aparto y otra polla ocupa su lugar mientras el primero me follaba por detrás y los otros miraban mientras se masturbaban lentamente esperando su turno. Cuando se corrieron fueron reemplazados por los otros dos.

Los cuatro abusaron de mí durante largo tiempo, cuando se cansaron de follarme por todos mis agujeros se sentaron a descansar, a mí me dejaron en el suelo llena de semen.

viernes, 24 de junio de 2016

Mi hermana regaló a mi esposa

Un cuento de Erique333
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Este relato es la continuación de la situación vivida con mi hermana y en la que ahora se encuentra involucrada mi amada esposa.

Ocurrió cuando viaje en compañía de mi esposa, mi hermana, mi cuñado y los niños, a Choroní que es un hermoso pueblo costero ubicado en el Estado Aragua (Venezuela), nos hospedamos en la misma posada (hotel) de la vez anterior. Dejamos las maletas, bajamos a cenar y luego decidimos ir a dar una vuelta por el pueblo.

Cuando pasamos por el malecón estaban encendiendo la fogata y preparando los tambores para prender la fiesta de la noche. Curioseamos un poco y luego decidí irme a mi habitación debido a que estaba muy cansado por el viaje. Las chicas se quedaron acompañadas de mi cuñado.

Mi esposita llegó como a la 1 pm, un poco tomada pero muy sudada. Entró a la habitación, se desvistió y se acostó desnuda a mi lado. Le preguntó como le había ido y me dijo – bien, sin nada en particular – me dio la espalda y se quedó dormida.

En la mañana siguiente después de desayunar llamé aparte a mi hermana y le pregunté si había pasado algo esa noche y me respondió que no, pero que seguro durante el día algo pasaría, sonrió pícaramente y se alejó.

Mi hermana tenía puesto un bañador de infarto, tipo hilo dental, donde dejaba ver todo su culo redondo, era de color fucsia pero al mojarse dejaba ver la raja de su concha y mejor aún los pezones de sus tetas. Mi cuñado estaba algo incómodo con la situación pero a la final lo aceptó tranquilamente cuando le dije que debía sentirse orgulloso de tener esa hermosa mujer como esposa y que seguro se lo había puesto para lucírselo a él.

Mi esposa tenía puesto un bañador de una sola pieza, pero que era como 2 tallas menor que ella, porque entre su culo y concha se comían toda la tela. Mi esposita si me había dicho antes de salir de la habitación que se lo había puesto pensando en mi.

Fuimos a la playa, nos instalamos en la arena. Yo jugaba con los niños cuando se me acercó mi hermana y me dijo – te espero en la habitación en 1 hora, te tengo una sorpresa, pero debes esconderte nuevamente en el closet y no salir hasta que yo te diga. Como me imaginaba lo que pasaría (ya que habíamos tenido encuentros sexuales ocasionales), accedí de muy buena manera.

Pasó el tiempo acordado y me dirigí al hotel, previamente indicándole a mi cuñado que iría al pueblo, que necesitaba que se quedara con los niños, ya que yo regresaría en un rato. Acordamos que de regreso le traería más cervezas.

Llegue al hotel, subí a la habitación y me metí en el closet a esperar.

Al rato escuché unas voces y eran Ana (mi esposa) y mi hermana que entraban. Llevaban una botella y dos copas. Estaban conversando de lo más animada, se sentaron en la cama y mi hermana comenzó a hacerle preguntas a mi esposita:

Como te sentiste anoche cuñadita? – bien -

Verdad que esos negros estaban como para comérselos? – si, estaban bien buenos-

Deben tener unas vergas divinas? – eso dicen de ellos –

Quieres que te dé uno de mis masajes relajantes? – Bueno me parece bien.

En eso mi hermana le pidió a Ana que se desvistiera y se acostara boca abajo, pero le dijo que en esta oportunidad tenía que taparse los ojos. Buscó crema en su bolso y comenzó a darle un rico masaje, esa situación ya me tenía la pija a millón. MI hermana le puso un poco de crema en la espalda y dejó caer sus manos suavemente hacia sus nalgas, en sus muslos hasta llegar a sus pies, luego de regreso.

Mientras eso sucedía, mi hermana siguió con el interrogatorio:

Te gustó bailar cos esos tipos? – si, bailan muy bien-

Cómo harán el amor? – quien sabe-

Nunca lo has hecho con un negro? – bueno una sola vez-

Te gustó? – eso fue algo inesperado, pero creo que si lo disfrute (Yo pensaba que Ana le iba a contar lo que habíamos hecho una vez)

Te gustaría repetirlo? – No, no creo- .

Cuando esto sucedía ya mi hermana estaba frotando la concha de mi esposa, mientras ella se retorcía de placer.

En ese momento tocaron la puerta y mi esposa se sobresaltó, pero mi hermana le dijo que se quedara tranquila que seguro era un pedido que ella había hecho al restaurante.

Se levanto de la cama y fue a abrir la puerta, habló en voz baja y cerró la puerta. Desde mi posición no podía ver nada, solo a mi esposita acostada en la cama con las piernas abiertas y con cara de placer.

Pero al momento me sorprendí cuando vi la figura de dos tipos negros, los mismos que habían bailado con Ana la vez anterior.

Mi primera reacción fue de rabia y pensé en salir a reclamarle a mi hermana, pero creo que ella tenía todo fríamente calculado y se acercó al closet y a escondidas me hizo señas para que no interviniera en nada.

No supe como reaccionar y me quedé como helado dentro del closet.

Mi hermana volvió a la cama mientras los tipos se quedaron recostados de la pared. Siguió con el masaje a mi esposita, pero ahora le pidió que se diera vuelta para seguir con el masaje. La puta de mi hermana le estaba enseñando mi esposita a dos extraños.

Mientras las manos de mi hermana recorrían su cuerpo, haciéndola estremecer, siguió el interrogatorio:

Ana, si tuvieras la oportunidad de estar con uno de esos negros lo harías? –No, estás loca –

Seguro? - Te dije que no-

Pero seguro que no te provocaría que un negro meta su verga en esta concha tan húmeda?

Ana sudaba y mantenía su posición de negarse, pero cada vez con su voz más quebrada.

Yo creo que tu concha piensa lo contrario, le dijo mi hermana. Ante su insistencia, mi esposa le respondió, casi que le gritó, bueno si, si lo haría, en este momento estoy muy caliente y necesito tener una verga en mi concha.

Esa fue la frase que faltaba, inmediatamente mi hermana se levantó de la cama y se dirigió a los dos tipos que aún esperaban pegados de la pared, les dijo algo al oído y de inmediato ambos se quitaron sus ropas, verdaderamente eran imponentes, aunque su rostro no eran de portada, sus cuerpos estaban bien definidos y sus pijas definitivamente largas y gruesas.

Nuevamente mi hermana se acercó a la cama, se puso en cuatro patas, pero esta vez para chuparle la concha a Ana, que cada vez se retorcía mas. En eso uno de lo negros se le acercó por detrás, le quitó su hilo y le puso su enorme pija en la puerta de su culo, lo ensalibó y comenzó a bombearla. Aquella escena era demasiado excitante y de repente me encontré haciéndome una paja mientras a mi hermana se la cogian por el culo y ella le comía la concha a mi esposa.

En ese momento mi hermana se levantó y le pidió al negro que le chupara la concha a Ana y le hizo señas al otro para que se acercara a la cara. Cuando Ana sintió que algo estaba pasando quiso quitarse la venda de los ojos pero mi hermana le había sujetado sus brazos. Ella preguntó que pasaba y mi hermana le respondió que nada que ella no quisiera, que disfrutara de la situación. Ana se retorcía de la chupada que le estaba dando el negro ya que estaba muy excitada, por lo que no dudó en meterse en la boca aquel trozo de carne del otro negro, que casi no le cabía en la boca (Ana es de facciones pequeñas), comenzó a chuparlo, a pasarle la lengua por los lados, pero le dijo a mi hermana que la soltara porque ella quería ser libre. Mi hermana la soltó e inmediatamente ella se quitó la venda y quedó entre asombrada y asustada al verse rodeada de dos hombres, uno que le apuntaba con su pija en la cara y el otro con la cara sembrada en su concha.

Tan excitada como estaba, mi esposa tomo entre sus manos la pija del negro y con especial habilidad se dedicó a comerse esa enrome vara de carne.

Cuando ya no podía más Ana le pidió al otro hombre que la penetrara, le dijo: Cógeme, negro de mierda! Méteme esa verga y demuéstrame que saber tirar! Dame duro! Hazme sentir!

Aquellas frases retumbaron en mi mente y mi mano se llenó de leche cuando me vacié masturbándome.

En eso Ana se levantó como poseída y tomo el control de la situación, le pidió a los negros que se intercambiaran, ella se puso en cuatro patas y abrió su culo en señal de estar dispuesta a dárselo a ese desconocido.

Tomo la pija del otro y se la llevó a la boca, mientras le perforaban su culo con esa enorme verga. Ella gritó del dolor, pero enseguida se repuso y comenzó a moverse rítmicamente. Mientras eso sucedía le pidió al otro negro que se acostara boca arriba y a mi hermana que se sentara sobre él, pero con vista hacia ella.

Cuando mi hermana se ensartó en la pija del negro, mi esposita se dedicó a chuparles el espacio que quedaba entre la concha y la verga del negro.

Yo mientras tanto estaba totalmente aturdido, pero mi hermana siempre volteaba hacia el closet para hacerme señas de que no saliera.

Me volví excitar y me hice una paja nuevamente. Era extraordinariamente excitante ver la escena. No se cuento tiempo pasó, pero al fin uno de los negros decidió descargar su tanque de leche (porque eso era), hechó a mi hermana a un lado y se le acercó a la cara, pero ella inmediatamente lo dirigió a mi esposa y enseguida le baño toda su cara de semen espeso, mientras el otro todavía le seguía bombeando el culo. Pasó un rato más y el otro hizo el amago de separarse, supongo que para acabar, pero mi esposita no lo dejó… Y ….. Sorpresa!!! El culo de mi esposa lleno de espesa lecha de un negro desconocido.

Las putas de mi hermana y mi esposa se recostaron en la cama, mientras los hombres se vistieron y se despidieron.

Mi hermana invitó a mi esposa a la ducha y me hizo una seña para que me esperara, se ducharon, mi hermana le pidió a mi esposita que se recostara un rato más y le preguntó:

Q pasaría si Gustavo se enterara de lo que hicimos? – Nada – respondió, porque nunca se lo diremos…

Pero te gustó lo que hicimos? - Claro que si, mucho -.

Y si el te pidiera que lo hicieras con otra mujer o con otro hombre? No se, el me lo ha pedido pero siempre me he negado.

Se levantó y le dijo te tengo una sorpresa…. Abrió la puerta del closet y allí estaba yo, desnudo, sudado, con lágrimas en los ojos y mis manos llenas de semen.

Ana se sorprendió o asustó mucho y casi le da un desmayo, pero mi hermana se le acercó y le dijo que no tenia nada que temer, ni nada de que arrepentirse. Me invitó a meterme entre ellas, Ana estaba como sonámbula, ya que no dijo nada cuando mi hermana me recibió con un beso en la boca.

Mi hermana se levantó, se vistió y nos dejó allí a los dos tirados en la cama sin saber que hacer o que decir.

Ana y yo nos abrazamos fuertemente y nos dimos un profundo beso, que me hizo levantar la pija de nuevo, estaba como loco, nunca antes había tenido tres erecciones tan seguidas.

Mi esposita sintió mi bulto y de inmediato se bajo a chuparme la pija, a limpiarme los restos de semen que me había quedado de las masturbaciones previas. Mientras me la chupaba me juraba que ella no me era infiel, que eso lo había hecho por seguirle el juego a mi hermana, que realmente me amaba a mi.

Yo estaba como hipnotizado y lo que hice fue pedirle que me describiera lo que había sentido, al principio ella se negó pero al sentir que mi pija se hinchaba cada vez más en su boca, cada vez que se lo pedía empezó a decirme que lo había pasado muy rico, que las pijas de los negros la habían lastimado un poco por lo grandes y gruesas, pero que a lo caliente de sus vergas habia sido como un calmante. Que se sintió una mujer verdaderamente deseada, y que finalmente lo había disfrutado, en ese momento saqué mi pija de su boca, la recosté en la cama y le metí profundamente mi verga en su concha, le levante sus piernas y me dediqué a bombearla, hasta vaciarme nuevamente, pero esta vez dentro de su concha.

miércoles, 22 de junio de 2016

Peluquera Intima a Domicilio

Un Cuento de Vriginia96
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Cuando acabé el bachiller no tenía claro que quería estudiar.

Si sabía lo que deseaba desde que era pequeña, cuando descubrí mi sexualidad.

Yo siempre soñé con acariciar a muchas mujeres desnudas, pero no deseaba acostarme con cientos de mujeres, solo ver, ¡cientos de chochitos!, pero sólo era un sueño, que nunca pensé que poder conseguir.

Llegó la moda de los chochos rasurados, y se veían por las playas nudistas (donde me gusta ir para ver "el pescado").

En las revistas y en internet, casi todas las mujeres desnudas posaban con el bollo pelado, algunas amigas me contaban que se lo depilaban con láser, "un bum de moda" que no cesaba de proliferar, yo soy muy resuelta y ligo muchos fines de semana, casi siempre que me como el chochito de una mujer con la que ligo, lo tiene "sin un pelo" o con "una rayita", tanta es la moda que quizás me afeite yo el chocho jajaja.

Mis deseos de ver chochos diversos me guiaron para elegir mi profesión; quería ser peluquera, y especializarme en "peluquería íntima", para ganarme un sueldo y conseguir mi deseo.

lunes, 20 de junio de 2016

Amiga de mis Padres

Un cuento de miqueldo
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Esta es una historia que me ocurrió hace algunos años cuando era más joven. La verdad que ahora con el paso del tiempo veo con mucha mas tranquilidad las cosas, pero aun así no dejo de asombrarme del rumbo que tomaron los acontecimientos en ese verano, que me llevaron a hacer de mi un juguete sexual pero que a la vez me ha dado una tremenda experiencia en el terreno sexual.

En ese tiempo yo era más joven, tenía 19 años , virgen y en el sexo no había pasada de los típicos tocamientos con alguna chica que me enrollé de mi edad y como no tenía muchas oportunidades pues me dedicaba como muchos al triste método de calmarse a uno mismo, masturbándome a cada rato.

Ese verano fue muy duro en ese sentido estaba súper caliente y no paraba de masturbarme, con la mínima insinuación de alguna amiga o por alguna película me calentaba y me encerraba en el cuarto de baño o en mi habitación y con un poco de imaginación me daba a la placentera tarea de masturbarme.

Siempre era muy meticuloso para que no me pillaran en plena acción nadie de mi familia, pero una tarde me relajé y estando en mi habitación, no recordé que aquel día venían de visita unos amigos de mis padres que tenían mucha confianza y que deambulaban por mi casa como si fuera de ellos. Yo estaba en mi cuarto, pensando en que mis padres estaban fuera por lo que me encerré en mi habitación para darme una de sesión de pajas a la que solía recurrir cuando estaba solo en casa. Estaba sin pantalones, pero no quitados del todo, sino que colgando de un pie por si tenía que ponérmelos rápidamente. Normalmente recurría a mirar fotos porno por internet ya que mi conexión no era muy rápida, pero ese día dejé bajándome un video y ya estaba descargado. Me puse los auriculares para ver el video porno por si algún vecino pudiera oírlo y me senté abierto de piernas para estar más ventilado por el exceso de calor de mi entrepierna.

viernes, 17 de junio de 2016

Por el Culo de Mi Prima

Un cuento de Lesslovely

No paraba de recordar cuando le lamí el culo entero a mi prima, seguia masturbandome recordando lo mojadita que estaba cuando le pase la lengua por su pequeño ano. Deseaba repetirlo y esa vez llevarlo más lejos, quería follármela por su enorme culo y ponerla a cuatro patas, que sintiera como su pequeño ano fuese agrandandose con un consolador en su culete.

Aquel día fui a su casa por sorpresa, como somos familia dormir allí era demasiado fácil, y con ella aún más.
Durante todo el día se le notaba muy tímida, pero yo la notaba deseosa de sexo.

Cuando llegó la noche fui a su habitación, ella estaba despierta, tal y como pensé, estaba esperando a que fuera a visitarla, eso me puso aún más caliente al ver como me esperaba casi desnuda.

- Hola - Dijo ella tímidamente frotando una mano por sus braguitas.
Esbocé una sonrisa y me acerqué a su boca, dandole un rico beso, lamiéndole sus labios, susurrándole - Hoy tu culito será mío.

miércoles, 15 de junio de 2016

Después de mi Divorcio Segunda Parte

Continua del cuento Junio 8 de MD1957
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Vino el de la inmobiliaria a casa, hizo fotos... etc, etc y Ramón me invitó a comer en un restaurante cerca de nuestra casa, la verdad es que apenas hablamos de la reunión que íbamos a tener en su casa exceptuando que dijo que finalmente iban a venir dos amigos con los que solía verse y que lo iba a pasar muy bien. Aunque eran como él en cuanto a sus preferencias, bisexuales pero con más tendencia a jugar con hombres, también dijo que aunque no frecuente, cuando se unía una mujer al grupo era un morbo añadido y la temperatura subía muchos grados. Ambos venían desde Murcia, Javier y Andrés y tenían 26 y 43 años respectivamente, volvió a insistir en que lo iba a pasar bien.

En ningún instante se me pasó por la cabeza lo que iba a hacer, la verdad no; era la primera vez que iba a hacer algo semejante y estaba tan caliente que no pensaba que visto en mi hasta entonces forma de vida no era normal lo que iba a hacer; lo normal cuando se hace esto por primera vez es que surja en una reunión de amigos y te dejes llevar por la situación o algo semejante, pero en este caso todo estaba muy meditado y preparado de antemano y lejos a amedrentar miraba el reloj esperando que dieran las cuatro y media y los minutos se me hacían horas.

lunes, 13 de junio de 2016

Vacaciones de Verano con mi Hija

A petición de una lectora de Twitter, un cuento de "Amor Familiar" de Historias-Prohibidas
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Esto que les narraré a continuación sucedió durante el verano pasado y viene a mi cabeza porque hace exactamente un año que inició esta aventura.

Primeramente quiero comentarles que soy un hombre de 45 años felizmente casado con una mujer a la que amo mucho y con quien procreamos a 3 hermosas hijas. Mis hijas tienes 23, 19 y 17 años, y siempre he tenido una muy buena comunicación con ellas, en especial con la mediana de nombre Daniela. Todo padre niega categóricamente que quiere a todos sus hijos por igual, pero indudablemente siempre va a existir un hijo que sea el preferido. En mi caso, mi preferida siempre ha sido mi hija Daniela. Es con la que mejor me llevo, es quien más me sigue, con la que más platico y la que más confianza me tiene de las tres. Nuestra relación ha sido maravillosa. No quiero decir que con las otras la relación sea mala, solo es que con Daniela es completamente diferente.

Durante el verano del año pasado mi mujer había planeado un viaje de dos meses por Europa con mis tres hijas, viaje al que yo no iría por quedarme a atender el negocio que tenemos y que nos permite tener una vida desahogada. Daniela estaba por entrar a la universidad por lo que a última hora tampoco pudo ir debido a que debía de tomar un curso inductivo de la carrera que iba a entrar a estudiar. Cancelar el viaje de las tres saldría más caro que cancelar a una sola persona. Por lo que mi mujer con mis otras dos hijas decidieron irse dejándonos a nosotros dos solos en México. Daniela y yo fuimos a dejarlas la aeropuerto deseándoles que la pasaran muy bien.

sábado, 11 de junio de 2016

Capturados

La familia García regresaba a casa tras las vacaciones y todos estaban bastante cansados. Antonio García se sentía orgulloso de haber podido permitirse al fin el viaje a través del país que siempre había prometido a su familia pero hasta este año había sido incapaz de realizar.

Habían estado fuera dos semanas, habían ido a California y estaban a sólo un par de cientos de Kilómetros de casa. Dolo, la mujer de Antonio estaba dormitando en el asiento delantero, los dos adolescentes estaban en el asiento de atrás viendo como pasaba el paisaje. De pronto sobrevino una tormenta. El cielo se volvió negro, comenzó a llover a cántaros mientras Antonio peleaba contra el viento para mantener el coche en la carretera, los relámpagos iluminaban el paisaje y los truenos ensordecían a toda la familia.

"Antonio hemos de encontrar un lugar para guarecernos, no hay forma de que podamos continuar con una tormenta como esta" dijo Dolo temblando con el sobresalto.

Antonio asintió "Estas en lo cierto Dolo, pero no hay ninguna ciudad en Kilómetros y no veo ninguna casa o granja en ningún sitio, no hay donde parar.

Ana exclamó "Mira papá, ¡Mira allí !, una gran casa" Los relámpagos iluminaron el tormentoso cielo y se entrevió una casa de dos pisos justo en el borde de la carretera.

"Vamos a ver si nos dejan quedarnos hasta que pase la tormenta".

Dolo miró a Antonio con ojos suplicantes. "Por favor Antonio, paremos en la casa, seguro que son del servicio, gente agradable aquí en medio de ninguna parte, allí estaremos a salvo".

Antonio accedió " De acuerdo pararé, estáis en lo cierto, estaremos totalmente a salvo allí". Miguel asintió con la cabeza como diciendo que el también pensaba eso.

La familia salió del coche y se precipitó al enorme portal para mantenerse secos.

Antonio echó un vistazo a la empapada camiseta de su hija y pensó "Mierda, sus tetas son como las de su madre cuando era una adolescente". Sacudiendo su cabeza por estar pensando en tetas en un momento tan peligroso como este hizo sonar la campana, no se oyó respuesta. Probó la puerta y se abrió con facilidad. "Mirad parece abandonada, entremos y refugiémonos de la tormenta.

viernes, 10 de junio de 2016

Mamada fuera de clases

Un Cuento de Kinttox
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Así es, la historia de la primera vez que recibí sexo oral. Se pensará que no hay mucho por contar, y en realidad es una experiencia corta cuando las emociones y excitación van a mil por hora; pero desvarío.

Un más joven yo —alrededor de los 18 años— acudía a clases, la vida normal. Ligeramente aburrida, no pegada a la monotonía salvo de mis propias limitaciones fuera de escribir —porque me gusta escribir, aunque me considere un novato aún en este ámbito pese a tener algunos años ya de práctica—. En una clase vacía con compañeros sin rostro y cuyas pláticas poco a nada valían, una compañera cuyo nombre no mencionaré por el respeto y discreción, se acercó a mí.

Congeniábamos bien, nada fuera de lo normal. Ninguna maravilla, considerarían otros más. La muchacha comenzó a platicar sobre lo en efecto blanqui negro del día, de temas para mejorarlo. Una charla que esperarías entre dos jóvenes despistados. Pese a su inocencia y temple de ternura, ella de gesticuló una serie de movimientos, veloces y por lo bajo, imitando el acto de sexo oral.

—Oye... ¿y eso de ahora qué?
—He visto un video —admitió ella entre risillas en búsqueda de ocultar su bochorno—. ¿Sabes qué significa esto?

Lo repitió. Si no es obvio ya, debo decir que me aceleró verle mover esa lengua y hacer ruidos con la misma, succionando y gimiendo, conteniendo ese fuerte grito que mantenía encerrado. Por un segundo no supe cómo actuar, y por supuesto que no sabía, no todos los días una muchacha como ella, tierna y con rostro de muñeca va por allí insinuando ha visto cómo se hace sexo oral; bueno, realmente puede que sí. Pero yo no conozco a más de ellas hasta la fecha. Ojalá fuera lo contrario; pero prosigo, que es tiempo de historia.

miércoles, 8 de junio de 2016

Después de mi divorcio. Parte 1.

Primera Parte de un Cuento de MD1957
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Me divorcié en enero de 2010 a punto de cumplir 53 años, las razones no vienen a cuento, aparte de mi marido había estado en la cama con un par de novietes anteriores a conocerle y dos aventuras de una tarde, ya estando casada, que en cuanto a satisfacción sexual no fueron para echar cohetes. El sexo con mi marido era normal tirando a bueno, lo hacíamos con cierta regularidad y francamente me quedaba bastante bien; también es cierto que yo era más activa que él y tras el divorcio, los primeros cuatro meses que viví sola y sin relacionarme con otros hombres me masturbaba con frecuencia, luego sin saber exactamente como comenzó todo empecé a entrar en algunas webs porno y pasé a hacerlo diariamente más de una vez viendo vídeos. Principalmente me excitan los de mujeres maduras como yo y ha sido en estas páginas donde me he dado cuenta de que las maduras de más de 50 años con nuestras imperfecciones físicas, resultamos más atractivas para la mayoría de los hombres que las jóvenes.

lunes, 6 de junio de 2016

Pagando deudas con el culo.

Un Cuento de Taumante
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Soy un hombre felizmente casado desde hace 10 años, pero siempre es excitante aprovechar la oportunidad cuando se presenta de tener una aventura.

Llevo trabajando más de 15 años como gerente de ventas de una empresa pequeña pero rentable, y por este lugar de trabajo han transitado muchas secretarias a lo largo del tiempo.

La chica de la historia trabajó con nosotros hace más de diez años y en ese entonces era una jovencita de 18 años a la que siempre le tuve ganas pero que nunca aflojo las nalgas para mí. Su nombre es Beatriz y como en esas épocas yo andaba tras de ella le preste un dinero que nunca hizo el intento por pagarme y yo teniendo intenciones de conquistarla nunca le cobre, pero teniendo en cuenta que tenía una deuda conmigo yo siempre he tenido la sensación de que me debía algo aunque no necesariamente dinero.

Tiempo después regresó a pedirme una carta de recomendación para un nuevo trabajo, que yo le di sin rechistar pero al final le pedí que me la pagara al menos con un besito para lo cual puso mala cara y me mando a la chingada diciendo que ella no era así y que si yo me había casado que me conformara con mi esposa y salió de mi oficina echando madres, lo malo era que yo ya le había dado la carta de recomendación por lo que me quede de nuevo con el antojo.

Pasó bastante tiempo y aunque me la llegaba a encontrar en la calle pues ella vivía por el rumbo ni siquiera nos saludábamos a causa del incidente de la vez anterior, pero yo aún tenía en la cabeza el hecho de que me debía algo por el dinero y la carta de recomendación que le di.

Pero como la vida da muchas vueltas un día se presentó en mi oficina temprano en la mañana y me pidió si podía concederle unos minutos,

viernes, 3 de junio de 2016

De Nuevo el Jamaiquino

Un cuento de Anitaslut44.
Es continuación del cuento del 30 de Mayo
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El fin de semana siguiente a la tremenda cogida que me había pegado Duncan, el negro jamaiquino “amigo” de Helena, mi fiel y sufrido Víctor estaba de viaje; así que acepté encantada cuando mi amiga me invitó a su casa, ya que ella también estaba sola… pero no tanto…

Cuando llegué, Helena me recibió casi desnuda, lamiéndose los dedos manchados con algo que imaginé era esencia masculina. Entre sus piernas se deslizaba algún líquido pegajoso también… Me imaginé que eso le pertenecía a Duncan.

No me equivocaba; allí en medio del salón estaba ese negro gigantesco, completamente desnudo, acostado en un gran sillón, con su verga negra erecta apuntando hacia el techo.

Helena sonrió y me comió la boca en un beso muy profundo; su lengua me hizo sentir el gusto a semen de su amante jamaiquino.

Duncan sonrió al verme, se levantó y se acercó, llamándome “bitch”…

miércoles, 1 de junio de 2016

Roles Invertidos

Un Cuento de Cermega
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Tenía una amiga casada, le llamaré María, era pequeñita, buenos pechos, poquita cosa, pero… que fiera en la cama!!! Un día se lo propuse y hasta que nos volvimos a ver para probarlo me dijo que apenas había dormido, jejeje. Le dije que para la ocasión se pusiera una faldita ajustada y una blusa o una camisa.
Así que nos vimos en unos apartamentos discretos de la ciudad. Le entregué el aparatito y le dije que se lo pusiera en el baño y se volviera a vestir. Cuando salió, era curioso verla vestida con las tetas y los pezones marcándose en la blusa y un enorme bulto marcándosele bajo la falda, casi no podía quitar mi mirada de su entrepierna del morbo que me daba.
Ella asumió el papel masculino, se abrazaba a mi frotando su paquete contra el mío, me dio la vuelta y se apretó a mi, noté su bulto en mi culo y sus tetas en mi espalda, mmmm, me estremezco al recordarlo. Ella se puso super caliente, lo notaba en su respiración.
Nos besabamos mientras nos tocabamos los paquetes en uno besos muy muy calientes, luego ella me hizo ponerme de rodillas, ya sabia lo que quería que le hiciera, le baje la bragueta y le saqué la polla de goma, la mire a los ojos y ella asintió, me la metí en la boca apretando su culo contra mi, ella se movía como si realmente sintiera mi boca rodeando su polla.
Le bajé los pantalones y la braguita y segui chupandosela mientras mi dedo hurgaba en su culito. De verdad que ella estaba ya frenética, me la queria meter ya
Como era tan fiera la condenada, cualquiera se ponia a cuatro patas delante de ella armada así con el cipote, por tanto me tumbé en la cama boca arriba y ella se puso encima para hacer un 69, mientras ella me lamia el culito para lubricarlo yo le lubricaba el cipote con lubricante.
Me di la vuelta y me senté encima poco a poco, dirigiendo la puntita a mi agujerito, ella culeaba para metermela ya, uffff, pero la contuve y fui yo quien dirigía la maniobra, poco a poco me fue entrando el capullo y poco mas tarde el resto del tronco, cuando notaba molestia paraba, luego la seguía metiendo hasta que me senté del todo encima de ella, mis pelotas tocaban su pubis, descansaban sobre su monte de venus.
Ella empezo a culear rapidamente, la base del strapon le masajeaba el clitoris y daba grititos de placer a cada embestida, me cogió la polla y empezó a masturbarme, que fiera!!!, si casi me levantaba en vilo a cada empujón.
Me la saqué y ahora si me puse a cuatro patas. Ella se acercó por detrás y como si toda la vida hubiera tenido polla me la metio con una maestría impresionante. Menos mal que yo ya estaba abierto y lubricado, aun asi aun sentí una punzada de dolor.
Increíble como me follaba, con un ritmo endiablado me la metia y me la sacaba, se inclinó sobre mi para morderme el cuello, yo notaba sus tetas en mi espalda, sus pezones duros mientras follaba mi culito, mmmmmm. No imagináis ni por un momento mi morbo. Mientras me follaba, con una mano me hacía una paja.
Ella se corrió, asi, follandome, me mordió toda la espalda la muy salvaje.
La volví a poner como al principio y me senté encima de ella de nuevo, me la meti y ella empezó a encularme de nuevo, masturbandome tambien…. Yo ya estaba super caliente, asi que al poco…. me corrí en su tripita, ella al verme correr se calentó de nuevo y se corrio tambien, nunca me había corrido con algo en mi culito, una sensacion nueva y diferente, mi culito también se contraia contra el nabo de goma al ritmo de mi orgasmo. Fué genial.
Cuando me desmonté, le dije, ahora te toca recibir a ti, y en cuanto se me puso dura, le lubriqué el culito y se la metí hasta el fondo, me encantaba darle por el culo, lo tenia estrechito y mmmm. A ella tambien le gustaba, era genial.
Nos tumbamos de lado y mientras le follaba el culo mi mano le masturbaba el coño, al final se corrió con mi rabo en su ojete, sus espasmos me pusieron a cien y le llené el culo con mi leche….