viernes, 29 de abril de 2016

Helena y un morocho de Jamaica

Un cuento de Anitaslut44
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Helena llegó excitadísima una mañana a la oficina. Una de sus amigas viajaba para radicarse en Europa por un año y le dejaba en custodia un departamento, todo amueblado, con grandes comodidades, bien ubicado en el centro de la ciudad. Íbamos a poder encerrarnos allí de vez en cuando, lejos de miradas indiscretas.
La oportunidad de estrenarlo llegó unos pocos días después, cuando Helena me dijo que había invitado a pasar un rato a un compañero del gimnasio, un negro jamaiquino que parecía ser bastante interesante según su descripción. Por supuesto, yo quedaba invitada a presenciar todo lo que le iba a hacer ese personaje y mejor todavía si la ayudaba además…
A la nochecita rumbeamos para el famoso bulín, encontrando que realmente era muy cómodo y acogedor. Apenas nos dedicamos un rato a recorrerlo un poco y nos pusimos a besarnos y acariciarnos, ya que en los últimos días no habíamos tenido la oportunidad de encontrarnos a solas.
El timbre sonó muy puntual, interrumpiendo nuestro placer, pero entonces me encontré con otro, ya que la visión del famoso jamaiquino era verdaderamente un placer para los ojos. No era precisamente fornido, pero sí un hombre elegante, con porte, hermoso por donde se lo mirara, con delicadas facciones a la vez muy varoniles, en fin, un macho de aquéllos !!.

miércoles, 27 de abril de 2016

Terapia de Pareja

Cuento de salinasc
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Habíamos tenido muchas discusiones con mi esposa ultimamente asi que decidimos ir a donde un consejero de pareja. Cruzábamos el umbral de los 5 años de matrimonio y eso se notaba en los dos, ya que nuestra relación se había deteriorado bastante. El nos dio ciertas recomendaciones para mejorar la relación a lo largo de cuatro sesiones, una cada semana, donde expresaremos todas nuestras frustraciones y esperanzas. Durante las sesiones, vi con desagrado como el psicólogo que nos atendía miraba las piernas y el trasero de mi esposa. A pesar de que teníamos ya dos hermosos niños de 3 y 4 años de edad, ella aún conservaba un delicioso y redondo culo, pero como habíamos dejado de tener relaciones sexuales en el último mes, yo estaba bien excitado y la forma como el doctor observaba a mi esposa Claudia, me masturbaba. Cuando ella caminaba dentro de su consultorio, él no le quitaba sus ojos de sus nalgas y cuando ella se sentaba, él observaba como su falda se subía dejando ver la parte alta de sus piernas.

El doctor nos recomendó dar un vuelto a nuestra vida e intentar algo fuera de la rutina, como unas cortas vacaciones separados de los niños, cambio de trabajo o terapias de pareja donde podriamos escuchar los problemas de los demás.

Cierto día viendo las paginas de clasificados del periódico, Claudia me preguntó:

-"Corazon, participas de una terapia de pareja mas atrevida?"

-"Que quieres decir con Atrevida?", les respondí con curiosidad.

Me acerque a ella y me indico con su dedo índice un pequeño aviso de periódico en la sección de Adultos:

"...Problemas con su pareja? Quiere romper la rutina? Fortalezcan su relación.. Liberese y deje que su pareja se libere.. BAR SWINGER LAS AGUILAS..."

Sonreimos.

-"Te interesaría tratar algo asi?", me insistió ella.

-"ok, si es por mejorar pues hagámoslo..", comente a pesar de que no me gustaba del todo la idea de que iba a compartir a mi esposa con otro hombre por una noche.

El siguiente fin de semana dejamos nuestros hijos al cuidado de mi suegra y decidimos ir al bar swinger. Alli vimos el bar organizado con unas diminutas mesas que permitian sentar muy juntamente cuatro personas. Vimos a varias parejas solas asi como otras donde ya estaban sentados y muy pegados los cuatro. Había una pequeña pista de baile en donde las parejas empezaban a intercambiar sus roles. Algunas parejas bailaban ya muy cercanos el uno del otro. Nos sentamos y la mesera luciendo una sexy minifalda se nos acercó.

-"Es primera vez?", nos preguntó ella sonriendo

-"Si.. ", respondimos los dos simultáneamente.

Ella entonces se sentó muy amigablemente y nos explicó como funcionaba todo. Cinco minutos de charla fueron suficientes para aclarar nuestra situación allí y comprender cómo era el rol del bar swinger y cómo debemos comportarnos allí.

Ella se fue y muchas parejas se nos acercaron indagando si queríamos compartir la mesa. No se si era porque veían a mi esposa muy atractiva o era yo el que llamaba la atención, pero me inclino a pensar que era lo primero, ya que Claudia tenía puesta un vestido de una sola pieza ajustado a su cuerpo el cual le moldeaba muy bien su delicado trasero y destacaba unas femeninas piernas.

Nos decidimos por un pareja interesante, ella era muy bonita y atractiva pero pasada de kilos, mientras que el era alto, fornido y al parecer le habia gustado a Claudia. Tenían mas o menos nuestra edades (30-35), asi que charlamos por un rato y decidimos salir a bailar. Luego de la primera pieza, vi con sorpresa como el acaricio el culo de Claudia antes de sentarnos a la mesa nuevamente. Su mano pasó sobre su trasero y palpo la redonda superficie del trasero de mi esposa mientras que ella le sonrió. Me dieron unos celos terribles pero me controle, ya que ni siquiera yo le había acariciado el trasero a mi esposa en el ultimo mes de la forma que el lo hizo.

Pero la sorpresa fue mayor cuando estando allí sentados y viendo como él ahora le acariciaba las piernas a Claudia, entró al bar el psicólogo que nos atendió en las terapias, acompañado por su esposa. Ella era alta, delgada, sus pechos eran pequeños para el tamaño de su cuerpo, pero tenia un espectacular trasero marcado por una corta minifalda que destacaba sus nalgas y dejaba notar que ella tenía puesta una diminuta tanga. Sus piernas eran largas y caminaba con un porte muy elegante.

No lo dude un instante.

-"Doctor Ramirez... aqui... aqui", le llame a gritos, ya que la música estaba con un volumen alto.

El se acerco a nuestra mesa sonriendo, seguido muy de cerca por su atractiva esposa. Fue muy evidente la sorpresa de Claudia, la mia y la de el, de encontrarnos allí. Pero creo que fue mayor la sorpresa del doctor Ramirez al ver a mi esposa Claudia, luciendo su sexy vestido, mientras que la mano de un extraño le acariciaba las rodillas. Su sonrisa cambió por una mirada fría de desagrado, pues su paciente preferida y el culo mas deseado por sus ojos en el ultimo mes, ya tiene compañero para esa noche.

-"Veo que están ya ocupados", comentó el doctor Ramirez.

Guardamos silencio y entre todas las tres parejas nos miramos.

-"Cariño, que pena pero creo que tenemos que dejarlos", dijo sorpresivamente Claudia a su acompañante, dándole un beso en la boca.

El y ella se pararon de la mesa sin decir nada , al entender la situación. No me importo para nada que Claudia besara a ese extraño que había conocido hacía pocos minutos y que le había acariciado descaradamente su culo, cuando al lado mio se sento la bella esposa del doctor Ramirez, dejandome ver sus piernas y como la minifalda me permitía fantasear. Como era alta y la corta falda era ajustada, sus nalgas se marcaban perfectamente destacando un trasero riquisimo. Yo le di beso en su mejilla y me presente, mientras que el doctor Ramírez volvió a sonreír y abrazo a mi esposa. Empezamos a charlar muy cerca el uno del otro y mientras pasaban los minutos, entrábamos en calor. Yo le acariciaba las piernas a ella y ella hacía lo mismo conmigo, al mismo tiempo que yo miraba su bello rostro. Por su parte el doctor Ramirez susurraba al oído de Claudia, mientras que le observaba sus tetas bajo el vestido y una de sus manos recorría la parte alta de su pierna subiéndole la falda.

Invite a bailar a Susana, la esposa del doctor Ramirez y logre mi cometido al poder acariciar su perfecto trasero. Bailamos tres piezas musicales en donde mis manos no se retiraron de sus duras nalgas y sentí todos sus movimientos. Me parecia increible que el doctor Ramirez tuviera una esposa tan deseable y que la trajera a este tipo de lugares para que otro hombre disfrutara de su cuerpo. Al acercarnos a la mesa, observamos como el Doctor Ramirez y Claudia charlaban con sus labios uno muy cerca del otro, y una de las manos de él acariciaba sin escrúpulos los pechos de mi esposa. No sentí nada de celos ni rabia al verlo a él sonreir y susurrarle cosas a mi esposa en el oído, al saber que el sensacional culo de Susana seria solo mío esa noche.

Luego ellos se pararon a bailar mientras que mis manos se deslizaban por entre las piernas de Susana y su corta falda. En la pista de baile, vi a lo lejos como las manos del Doctor Ramirez se posaban sobre el delicado culo de Claudia y se aferraban a sus nalgas, disfrutando de la redonda superficie de su trasero, mientras que mis dedos palpaban la afeitada vagina de Susana.

Cuando terminaron de bailar, ellos se acercaron a la mesa nuevamente.

-"Nos vamos cariño?", le pregunto el a Susana, interrumpiendo mi exploracion intima.

Saque la mano de entre sus piernas mientras que ella se acomodaba la falda nuevamente. Claudia se dio cuenta que mis dedos estaban dentro de su sexo y la expresión de su rostro me dejo a entender que se mojo.

-"Corazon, el doctor Ramirez me dijo que mi culo es uno de los mejores que el ha visto y ademas tiene unos deseos inmensos de hacerme el amor esta noche.. espero que no te moleste eso.. verdad?", me preguntó Claudia cuando nos levantamos de la mesa.

-"No hay problema cariño, yo voy a disfrutar del cuerpo de Susana..", le respondí sonriendo pero con cierta envidia ya que sabia que era cierto que el quería montar a mi esposa.

Decidimos marcharnos. Claudia y el doctor Ramirez en el auto de ellos mientras que yo llevaba a Susana en nuestro auto. Ibamos a la casa de ellos, asi que Susana me daría las instrucciones de como llegar alla. En el viaje, Susana y yo dejamos que nuestras manos recorrieran nuestros cuerpos y empezaran a disfrutar de una noche de placer. Durante el viaje, paramos a comprar una botella de vino y algo de comer.

Cuando llegamos a la casa, nos dimos cuenta que el Doctor Ramirez no aguanto nuestra demora y se adelantó. La tentación de tener a Claudia a su lado era enorme. Entramos y vimos en la mitad de la sala a mi esposa completamente desnuda, boca arriba con sus piernas abiertas y su ropa tirada sobre el sofa. Sus pechos, grandes y voluptuosos, lucian bellisismos y en cierta manera envidie al psicólogo. El, también desnudo, tenia la cabeza entre las piernas de ella, muy seguramente lamiendole la vagina, jugando con su clítoris y disfrutando del olor que debía salir de su vulva.

Cuando los dos nos vieron entrar, el saco su cabeza de tan placentero lugar y se ubicó encima de ella para penetrarla. Claudia abrió mas sus piernas y el tomando su verga con sus manos, se la hundió en lo profundo de su vagina. Me quede observando como la cabeza del pene se introducía dentro de la vulva de mi esposa, para perderse de mi vista. Ambos dejaron escapar un grito de placer. El por penetrarla finalmente y ella por sentir una verga despues de mas de un mes de abstinencia sexual.

-"Abres la botella, cariño?", me preguntó Susana, interrumpiendo mi mirada sobre ellos.

Entramos a la cocina y mientras y yo destapaba la botella, escuchaba a Claudia y el Doctor quejarse de placer. Serví el vino, me acerque a Susana y empeze a besarla mientras mis manos repasaban su trasero.

-"Quieres hacerlo aca en la sala o quieres llevarme a la cama?", me preguntó ella.

-"Me gustaria aquí abajo en el sala primero", le respondí.

Empecé a desnudarla y la deje en ropa interior, mientras escuchaba como en la sala, Claudia y el Doctor disfrutaban de sus cuerpos. Los pechos de Susana eran diminutos pero no me importo. Su tanga guardaba un tesoro y su espectacular y redondo trasero merecía ser clavado por mi verga. La tome de la mano y volvimos a la sala a presenciar como ellos llegaban al orgasmo. El, en posicion misionero encima de ella, se movía violentamente, su abdomen se sacudía frenéticamente sobre el de Claudia y hacía presentir que estaba a punto de derramarse mientras que el cuerpo de mi esposa era sacudido. Ella con sus ojos cerrados, lo abrazaba fuertemente por la espalda y esperaba por ese momento. Parecían una pareja clásica, el encima de ella con sus cabezas juntas y abrazados.

Susana se sentó sobre el sillón mientras que yo me desnude. Luego le retire su tanga y esa belleza de vagina quedo solo para mis ojos y mi lengua. Me arrodille y tan pronto mi lengua descubrió el dulce sabor de su vagina, mi esposa y el doctor gritaron simultáneamente. Voltee a mirar y la expresión del rostro de el, lo decía todo. Habia logrado su anhelado proposito. Su verga acababa de entregarle a mi esposa una poderosa carga de semen dentro de su vagina. Claudia, por su parte, arqueaba su espalda hacia arriba, producto del orgasmo.

Mientras que el seguía gritando y terminaba de eyacular, y Claudia seguía aferrado a él, Susana y yo empezábamos. La noche transcurrió asi, mientras una pareja lo hacía, la otra pareja observaba. Al cabo de un rato, Claudia y el me miraban como yo clavaba a Susana sobre el sillón y mi verga explotaba dentro de su vagina. Luego el doctor Ramirez le pidio a mi esposa que se ubicará en el sofa con sus rodillas puestas sobre el asiento en posición doggy. La observo desde atrás y se quedó extasiado mirando la belleza de sus nalgas, su delicado ano y esos pronunciados labios vaginales.

-"Como te envidio Ricardo... tener toda esta belleza para uno solo todas las noches... no me explico cómo puedes pelearte con ella", me dijo él mientras que tomaba su verga con su mano y con la otra abría la vulva de mi esposa para hundirle nuevamente su verga.

La noche transcurrio asi, de forma libre, donde nos entregamos el uno al otro. A partir de ese día, Claudia y yo decidimos darnos mas tiempo para mejorar la relación y saber entender que somos una pareja. No volvimos a vernos con el psicólogo y su hermosa esposa Susana. No fue necesario ya que reanudamos nuestra activa vida sexual para complacernos.

lunes, 25 de abril de 2016

Entre Primas

Un cuento de Lesslovely
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Cuando éramos pequeñas teníamos una relación bastante mala, lo típico, cosas de críos. Pero a medida que fuimos creciendo, fuimos probando muchas cosas juntas incluyendo pequeños jueguecitos sexuales pero que jamás llegaron demasiado lejos. Como mínimo nos dabamos unos besitos y nos desnudábamos la una a la otra pero siempre teníamos un problema: Nos pillaban los mayores.

A medida que fué transcurriendo el tiempo ambas nos hacíamos más y más amigas fuera de lo familiar, nos contábamos nuestros secretos, formábamos parte del mismo grupo de amigos, siempre estábamos en casa de una o de otra, una buena relación.

Ella cada vez me atraía más, yo vi como se fue desarrollando, unos grandes pechos a los que no podía evitar mirar cuando nos duchabamos juntas, un culito que me enamoraba cuando ella andaba, mi prima me comenzaba a volver loca.

viernes, 22 de abril de 2016

Los Mejores Cuernos

Un cuento de armandojaleo

Los mejores cuernos son los que se ponen sin buscarlos y haciendo cosas que no se han probado antes.

Eso les paso a Pepa y Ricardo. Buenos amigos ambos casados con otras parejas. Se veían casi a diario desde hacia años y nunca habían tenido ningún tipo de interés el uno por el otro.

El tiempo y la confianza hizo que un día comenzaran a hablar de sus relaciones. Ella le confeso que estaba poco satisfecha, y el le confeso lo mismo en otros términos.

- Sabes, hace mucho que no me come el coño. Lo hacemos a menudo y me lo paso bien, pero echo de menos una buena comida de coño.

- Eso es terrible, con lo bueno que es eso.

- A que si??

jueves, 21 de abril de 2016

El hombre de la chatarra, y su verga llena de venas.

Un cuento de Garrobo64
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Hace unos años, mi mujer y yo estábamos a punto de mudarnos de casa, y necesitábamos deshacernos de algunos de nuestros muebles. Me tocó a mi ir a un mercado cerca de donde vivíamos a buscar alguien que se dedicara a comprar o por lo menos a retirar objetos usados de la gente que ya no los necesita.

Después de preguntar un poco, encontré a un hombre que aceptó ir a mi casa por unas cajas y un librero apolillado, me tomó mas trabajo del que esperaba pues la mayoría de los "ropavejeros" simplemente se mostraron muy perezosos.

El hombre que me acompañó era de piel extremadamente morena, tosco en sus movimientos y en su aspecto, su rostro era incluso un poco desagradable y reflejaba una vida dura que seguramente había involucrado etapas de violencia, tal vez hasta delincuencia. Su cuerpo era extremadamente duro, como de madera con una espalda ancha y antebrazos que parecía que podían sostener cualquier cosa sin dejarla ir, sus manos eran unas garras ásperas y pesadas.

Llegando a la casa me entró un gran nerviosismo, me sentí inseguro de estar dentro de mi casa a solas con ese nudo de músculos, mas aún con esa presencia ligeramente violenta que despedía su apariencia general. Pero además una vez en la casa y mientras le mostraba lo que quería que se llevara note que su pantalón raído y sucio era casi con seguridad lo único que llevaba puesto sin ningún tipo de ropa interior, y era claro que su verga estaba ligeramente dura...

miércoles, 20 de abril de 2016

En La Cascada

Un cuento de fernandomex
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Hola, me llamo Mariel, soy estudiante universitaria, tengo 24 años y vivo en la ciudad de México, soy muy bonita, dulce y femenina, aunque no tengo mucho busto, si tengo unas caderas anchas y un buen trasero. Quiero compartirles un relato de algo que me sucedió cuando tenía 19 años.Un fin de semana fuimos varios compañeros de la universidad a nadar a un lugar por Hidalgo donde hay albercas amplias y bonitas, con agua caliente y borbollones, desde que íbamos en el camino yo iba con mi novio jugueteando, besándonos y todo eso que podemos hacer en una camioneta, y pues echando relajo y cantando canciones.

Debo mencionar que el que era mi novio en ese tiempo, lo quería mucho y ya habíamos hecho el amor unas dos veces, entonces pues ya conocíamos nuestros cuerpos y nos queríamos mucho; pero yo sentía que necesitaba más de los 15cm. que él me ofrecía y me daba mucha pena decirle y además no tenía la confianza para decirle lo mucho que me atraía el placer sexual.

Llegamos al lugar y pusimos un asador y todo eso; me fui a ponerme mi traje de baño, era bonito amarillo sin ningún dibujo, me gusta ese color pues contrasta lindo con mi piel morena, lo único malo era que no era de buena marca y si se me ponían duritos los pezones se me notarían fácilmente y ya mojado se transparentaba un poquito, pero pues dentro del agua ya nadie lo notaria (pensé).

lunes, 18 de abril de 2016

Recuerdos de Doña Carmen

Un recuerdo de Pepito
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Conocí a Doña Carmen en forma accidental, literalmente hablando. Iba en bicicleta, por las calles de mi barrio, perdí el equilibrio y me caí lastimándome mis piernas y brazos.

Este relato es real y ocurrió hace como 40 años. Yo tenía en ese entonces 15 recién cumplidos y como era época de vacaciones escolares yo deambulaba por todos lados con mi bici. El accidente ocurrió justo enfrente de la casa de Doña Carmen, quien muy generosamente me hizo pasar a su casa para curar mis heridas, pese a mi obstinada oposición.

Recuerdo que trajo agua oxigenada con la que limpio mis heridas con un algodón. Estaba yo sentado en el living de su casa y para curar mis piernas hubo de agacharse. Fue en ese momento que reparé en sus tetas. Eran un par de limones de buen tamaño que se insinuaban a los costados de un escote bastante amplio que permitía hacer volar la imaginación. A esa edad, estaba de moda una actriz de cine llamada Isabel Sarli que tenía una tetas descomunales que todos soñábamos con llevarnos a la boca y que marcaba el ritmo de nuestras apetencias sexuales. Seguramente todavía teníamos en nuestro inconsciente los recuerdos maternales.

Doña Carmen era una señora de unos 55 años, alta y rellena sin llegar a ser gorda. La verdad es que no recuerdo más atributos que sus tetas que me fascinaron desde que las vi.

viernes, 15 de abril de 2016

Experimentando algo nuevo con Mariana

Un cuento de Anita

Después de algunos meses de casada, sentí la necesidad de probar algo nuevo: quería tener sexo lésbico…
Víctor era un amante increíble, pero yo necesitaba experimentar las caricias y los besos de otra mujer sobre mi cuerpo.
Todavía no me había reencontrado con Helena, mi compañera de la escuela secundaria, de quien sabía era positivamente bisexual.
Finalmente conocí a Mariana, una muy bella morocha de ojos almendrados, un cuerpo torneado y perfecto que contradecía sus casi cuarenta años...

Mariana llevaba un buen tiempo divorciada, debido a que su marido la había encontrado en su propia cama enredada con otra amiga…
Nos conocimos en el gimnasio. Pero no siempre la encontraba, ya que mis horarios por entonces eran un poco complicados. En cambio ella tenía su rutina: iba a ejercitarse temprano por la mañana, luego de dejar a los chicos en el colegio. Luego retornaba a su casa para los quehaceres domésticos y recién por la tarde atendía en su consultorio de médica.
No tardé mucho tiempo en comprobar que ella también me miraba con ojos golosos;

jueves, 14 de abril de 2016

Mis Tres Primas Calientes

Un cuento de Sandro
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Crecí en un pequeño pueblo un tanto alejado de la ciudad. Cerca de casa siempre vivieron muchos familiares cerca. En el mismo vecindario, vivían 3 primas de parte de 2 días distintas. Todos crecimos más ó menos a la vez, entre mi prima mayor y la menor, sólo habían 2 años de diferencia y yo quedaba justo en medio.
Siempre estuve enamorado de 2 de ellas, Tatiana y Lisa; Mi tercera primita, Esmeralda, no me gustaba mucho, pero era la que más sexy se vestía.

Por dicha, decidimos irnos a estudiar la universidad juntos. Rentamos un apartamento para los 4 y todo transcurrió normalmente por casi 2 años; Nos dedicamos a estudiar y dormíamos cada quién en los dormitorios.

Yo percibía cierto morbo mientras conversábamos durante aquellas largas noches de estudio.

lunes, 11 de abril de 2016

Pequeños retos

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Hace tiempo que se me antojó comerme una polla negra. Tenía curiosidad desde hace años, eso es verdad, pero desde hace un mes más o menos, lo tenía como una obsesión. De vez en cuando me da por ponerme retos, voy a lograr que me follen seis tíos a la vez, esta semana voy a comérsela al menos a dos de la oficina, voy a calentar al conserje hasta que se intente sobrepasar conmigo, quiero que Pedro me vea follando con el vecino. Bueno, pequeños jueguecitos para mantenerme viva y caliente.

Lo del negro me ponía un montón, nunca he logrado que ninguno me folle y con toda la literatura que hay a su alrededor, que si la tienen más grande, que si aguantan más, les tenía ganas. Me puse manos a la obra. Pero ¿dónde hay un negro en condiciones?. No, no es tan fácil. En el ambiente en el que yo me muevo desde luego tampoco vivo rodeada de negros. El caso es que hace un par de semanas, saliendo del Mercadona, encontré la solución, un negro de esos que venden un periódico, o pañuelos o yo que sé en la puerta del super.

Lo miré fijamente cuando salía con el carro. No estaba nada mal, joven, musculoso, muy musculoso, sonriente. Le miré con descaro, para que se fijara en mí, me paré delante de él y

viernes, 8 de abril de 2016

La Noche de los Albañiles

Un cuento de Anitaslut44
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Los veranos en Buenos Aires siempre han sido muy insoportables. A veces, peor todavía con cortes nocturnos de luz, lo que nos dejaba sin la posibilidad de refrescarnos con aire acondicionado o algún ventilador.
Una de esas noches calurosas estaba sola en casa; sin mi adorado Víctor, pero también sin luz y sin aire. El calor era realmente sofocante, insoportable.
Ya era casi la medianoche y seguía sin poder pegar un ojo. Me levanté de la cama con todo el cuerpo transpirado; me di una ducha rápida, pero seguía sintiéndome a punto de incendiarme.
Así que me vestí y saqué a mi pequeña perrita Luna a dar una vuelta.

En la calle había algunos vecinos en la vereda, tratando de disfrutar de alguna brisa casi inexistente. Aunque afuera también estaba caluroso, se estaba mucho mejor que entre las cuatro paredes de mi habitación…
Por lo menos podía obtener algún alivio transitorio, para mi calentura. Comencé a caminar con Luna por las calles en donde veía más gente. Cuando me disponía a regresar, algo más aliviada gracias a una leve brisa, se me escapó Luna, soltándose la correa y corriendo como loca…

Al doblar una esquina alcancé a ver que mi perrita se metía por una puerta abierta de una obra en construcción. A esa hora no había trabajadores, pero había alguna luz encendida y se notaba que había alguien adentro. Pensé que quizás podría tratarse del sereno. Golpeé la puerta desde afuera y enseguida salió un hombre alto y fornido, con el torso desnudo y en bermudas, sosteniendo a Luna en sus brazos.
“Es tuya?” Me preguntó mientras me desnudaba con la mirada…
“Ah, esa perrita… me encantan las perritas…” Dijo con doble sentido.

miércoles, 6 de abril de 2016

Cornudo Consentidor

Cuento de machoman1
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Se cumplió mi deseo de ver disfrutar a mi esposa con las caricias de otro hombre...

Mi esposa chateaba con un amigo suyo por internet hasta altas horas de la noche, yo me sospechaba que entre ellos había algo más que una simple amistad. Para ser honesto yo lo deseaba, deseaba verla en brazos de otro hombre pero esos deseos los mantenía en secreto.

La oportunidad me llegó el dia en que mi esposa me dijo que su amigo estaria en la ciudad unos dias y queria verla. La convencí a que lo invitara a la casa para yo conocerlo y quedamos en eso.

El tipo resultó ser todo un galán de novela, atractivo, con un cuerpo atletico y un trato agradable. A mi mujer se le notaba el entusiasmo en la cara al hablar con él, y noté enseguida las miradas de complicidad entre ellos.

Para facilitarle el ambiente yo puse musica romantica y servi copas para los tres,

lunes, 4 de abril de 2016

Infiel con la cuñada

Tengo novia. Una mujer a la que quiero con locura y con la que próximamente contraeré matrimonio. Yo tengo 26 años y ella 24. También tengo una cuñada que es el morbo personificado a sus 36 años; rubia, delgadita, de senos pequeños pero muy bien colocados y y un culo que es la tentación hecha carne. Pero, sobre todo, hay un pequeño detalle: está casada.

Entre Carmen y yo siempre ha habido muy buen rollo, a ella le gusta provocarme con caricias gestos y roces; para ella todo es un juego, pero si supiera las pajas que me hago después pensando en sus frotamientos se asustaría. Hace top less en la piscina; baila conmigo y yo no me cortó en cogerla en brazos pegando mi verga a su coño... Y lo mejor de todo es que la familia se lo toma como una broma entre dos cuñados que se quieren mucho, porque nunca se le ocurriría hacer daño a sus hermana pequeña y mucho menos a su marido, un "dandi" de ropa de marca, el gracioso de todas las fiestas y que con alguna copa de más me ha confesado alguna que otra infidelidad.

Quizás fue a partir de estas confesiones de su marido (las que nunca revelé por supuesto) cuando comencé a pensar de otra forma en mi linda cuñadita... Había que ser gilipollas para ir andando con aventuras por ahí teniendo esa hembra en tu cama todas las noches.

Las bromas empezaron a subir de tono,

viernes, 1 de abril de 2016

Mi Dulce Sobrina

Un cuento de pedorreitor
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Yo soy hombre de 46 años y lo que les voy a contar sucedió hace unos días con mi sobrina Sonia de 21.
Yo siempre me habia sentido atraido por ella, es bajita de 1,55cm, rubia con unas tetas increibles y un buen culo. Siempre que coincidimos en alguna reunión familiar yo estaba pendiente de ella y a ella le gustaba y siempre acababamos jugando y tocándonos sin querer o queriendo de manera inocente.
El día en cuestión, me la encontre en el barrio cuando ella salía del trabajo, muy cerca de mi casa. Yo me alegre mucho de verla porque a menudo pienso en ella y me pone super cachondo.
-Hola preciosa, la dije tirandome rapidamente a besarla.
-Qué haces por aquí?
- Me voy a casa que tengo un dolor de cervicales que no puedo mover la cabeza me dice...
-Vente a casa conmigo y te doy una pomada que tengo para las contracturas.
-A pues si porque no haguento mas, respondio ella.
Y nos fuimos a mi casa en la cual no habia nadie, y en 3 horas no habria nadie, yo ya estaba excitado con la situación...
Cuando llegamos a casa la dije que pasara a la habitación, llevaba un jersey de lana y unas malla negras que la quedaban de lujo y la hacian un culito precioso.
-Quitate el jersey y tumbate en la cama boca abajo que voy a por la pomada, la dije...
Ella sin pensarselo dos veces se quitó el jersey y se quedó en sujetador y se tumbó en la cama.
Yo me subi a la cama y le empecé a poner la pomada por las cervicales dándole un suave masaje en toda la zona.
-Que bien das los masajes, me dice, que gusto me haces sentir.
Yo ya tenia la polla que me iba a reventar los pantalones...
-Te voy a soltar el sujetador, la dije, para darte mejor el masaje, vale?
-Si si haz lo que quieras, me dice.
La suelto el sujetador y mis manos empiezan a bajar por toda su espalda y por los lados me hacerco a sus pechos con mucha sutileza, sin saber si ella lo iba a aceptar, pero ensequida me dice...
-Si sigues haciendolo asi de bien no se si podre controlarme, porque me estas lponiendo cachonda...
-Tu relajate y disfruta del masaje la dije...
Seguí con el masaje y cada vez me recreaba mas cerca de sus pechos notando como ella se estremecia de placer.
Comencé a bajar por su espalda mis manos hacia su culito y empecé a tocarselo, a la vez que iba bajando poca a poco sus mallas negras.
Cuando se las quite del todo me lancé a besarla por toda la espalda y llegué hasta su culito y empecé a besarla y con mi lengua a lamerla el culito.
Para entonces ella se retorcia de placer y gemia como una loca. Se dió la vuelta y se lanzó a mi boca metiendome la lengua hasta la garganta. Me desnudo con mucha prisa y se lanzo a mi polla que estaba a punto de reventar, me la chupo con ganas y gran maestría, yo la dije que se pusiera en posicion del 69 porque queria comerme todo su coño. Asi estuvimos un buen rato disfrutando el uno del otro hasta que me suplicó que le metiera mi polla en su coñito humedo.
Yo lo estaba deseando y no la hice esperar, lo hicimos de muchas posturas pera la que mas me gusto fue cuando ella se puso encima de mi y comenzó a cabalgar mi polla, sus tetas preciosas se movian sin control en todas direcciones y no pude aguantar mas y me corri como nunca lo habia hecho.
Pero mi sobrina consideró que no era suficiente y cogio mi polla con su boca y no paró hasta que consiguió ponermela otra vez a tope, y me dice:
-Quiero que me la metas por el culo, porfa...
La puse a cuatro patas y me dispuse a metersela en su lindo culito, me costo mucho pero lo consequí, y ella gritaba y se retorcia de placer, estuvimos un buen rato y yo no me corria, asi que ella se dedico a chuparmela hasta que consiguió sacarme toda la leche en su boca...
A sido mi mejor experiencia sexual y ojala se vuelva a repetir porque los dos disfrutamos como locos. Si hay una proxima vez os la contaré para que tambien la disfruteis..