lunes, 25 de abril de 2016

Entre Primas

Un cuento de Lesslovely
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Cuando éramos pequeñas teníamos una relación bastante mala, lo típico, cosas de críos. Pero a medida que fuimos creciendo, fuimos probando muchas cosas juntas incluyendo pequeños jueguecitos sexuales pero que jamás llegaron demasiado lejos. Como mínimo nos dabamos unos besitos y nos desnudábamos la una a la otra pero siempre teníamos un problema: Nos pillaban los mayores.

A medida que fué transcurriendo el tiempo ambas nos hacíamos más y más amigas fuera de lo familiar, nos contábamos nuestros secretos, formábamos parte del mismo grupo de amigos, siempre estábamos en casa de una o de otra, una buena relación.

Ella cada vez me atraía más, yo vi como se fue desarrollando, unos grandes pechos a los que no podía evitar mirar cuando nos duchabamos juntas, un culito que me enamoraba cuando ella andaba, mi prima me comenzaba a volver loca.



Era una situación difícil, la deseaba y cada noche que dormíamos juntas no podía evitar imaginar como le quitaba sus pantaloncitos del pijama, dejando sus braguitas al aire y más tarde poder acariciar sus enormes y preciosos senos.

Cumplí esa fantasía una noche en la que no pude reprimirme más. Aquella noche decidimos hacer una noche de chicas, solas ella y yo. Hicimos lo de siempre, estar hablando hasta que el sueño casi nos derrotaba, pero esa noche hicimos algo más que hablar.

Lo que me llevó a impulsarme hacia sus labios fue hablar sobre sexo, ambas hablábamos de él a menudo como algo normal y sin tapujos. Mientras hablaba me quede mirándola fijamente a sus labios mientras vocalizaban con su lengua de por medio.

- Jenny...-le susurré acercándome a ellos, dándole un pequeño beso en la comisura de los labios.
Su reacción fue la siguiente, se extrañó y se echó hacia atrás pero apenas tenía movilidad, estabamos sentadas en la cama.

- ¿Qué... qué haces? - Pregunto sonrojada a lo que conteste con una sonrisa excitada, volviendome a acercar a ella colocándome encima suya para que no escapara de más besos.

- ¿Te acuerdas de las cochinadas que hacíamos de pequeñas? - Le dije completamente excitada dandole pequeños picos a los que no podía parar - Vamos a hacer ahora una de verdad.

- No es buena idea... ¡Somos primas! No podemos... hacer eso - Decía tímidamente y cada vez hacía menos resistencia a mis besos dejandose llevar.

Bajé la lengua a su cuello, lamiendoselo delicadamente con mis manos en sus enormes tetas, que se iban poniendo cada vez más duras acercando las yemas de los dedos a sus pezones por encima de su pijamita.

- Tus pezones ya están duros Jenny... Si supieras la de tiempo que llevo esperando poder acariciartelas...- Susurraba desabrochandole el pijamita dejandoselas al aire, no pude evitar lamerme los labios de lo rica que estaba - Eres preciosa...

Lamí sus pezones con la lenguita haciendo pequeñas aureolas con esta por sus pezoncitos duritos y su respiración se agitaba. Me acerqué a su oido lamiendoselo también susurrandole

- Te gusta ¿verdad? Mira que pezones mas duros tienes - le pellizcaba los pezones cada vez mas fuerte.

Se los solté y me desabroché yo mi pijama dejando también mis pechos al aire, acercandoselos a la boca

- Chúpalos - La agarre de la cabeza para que lo hiciera y esta obedientemente comenzo a chuparlos - Muy bien Jenny... Mmm muy bien cariño - La agarre de los mofletes y le di un apasionado beso bajandole los pantaloncitos.

Acaricié su clítoris por fuera de sus braguitas y ella respondió con un agradecido suspiro de placer. Me mi mano por sus braguitas y comencé a masturbarla mientras nos besabamos, jugueteando con nuestras lenguas, estaba igual de húmeda tanto su boca como su lindo coñito.

Le quite las braguitas observando su coñito, bien depiladito y con unos flameantes labios que me llamaban para chuparlos.

- Chúpame... - Me dijo muy cachonda moviendo su pelvis para que le comiera entera y eso hice, pase mi lengua por su baboso coñito introduciendo su clitoris en la boca, absorbiendolo delicadamente mientras que con las dos manos me iba a sus pezones, apretandolos con dureza - Mmmm ¡¡Que rico prima!! - Exclamó lamiéndose los labios con una sonrisa de guarrita en la cara.

- Me correré enseguida...- Susurro debilmente

- No te corras aun, tenemos que jugar más. He traído un juguetito conmigo - Le dije sacando de un bolsito que tenía al lado un gran consolador con el que me follaría a mi primita.

Como sabia que le quedaba poco para acabar puse el consolador en su boca dandoselo a chupar. Obedecía a todo lo que decía, era tan obediente que la tenía que recompensar.

Cuando lo chupo bastante tiempo me puse el arnés - Ponte a cuatro patas, quiero verte el culito - Le ordene.

Vergonzosa se coloco y le abri el culete observando su ano, me relamí los labios y le di unas chupaditas, ella respondió con dulces gemiditos.

- Tu culito no me lo follaré por ahora - le susurré - Pero me pertenece - Le meti el consolador por su jugoso coño.
La embestía suavemente agarrandole de su enorme culito, observando su figura

- Que hermosa eres... y que culito tienes- lo azotaba y azotaba mientras seguia follandomela.

- Me voy a correr... Prima voy a correrme - Decía con gemidos fuertes llegando al clímax con un largo y rico orgasmo.

Le saqué el strap-on y se lo di para que lo chupara de nuevo, fijandome en su boquita y en como chupaba la muy putita.

Acabamos las dos abrazadas y dándonos ricos morreos mientras nos acariciamos desnuditas, a partir de ahí mi primita se volvió mía para siempre.

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